SÓLO
TÚ, MI ESPERANZA
Madre he
tornado a perderme en el océano de tu mirada, he vuelto a sentir la sal sobre
mis pies descalzos. El corazón late acelerado, vislumbro luces entre sombras,
los candiles a punto de prender en la orilla. Tu faro vuelve a iluminar nuestro
camino, la paz apacigua la tempestad de la tristeza.
No puedo
dormir ante el desvelo que me oprime. Se dilatan las extasiadas pupilas que te
contemplan, la soledad que te espera apretada queda entre el gentío que te
encuentra.
Esperanza
que llenas mis vacíos y elevas mi alma en imperceptible levantá hacia un Cielo
de arcilla moldeado por las manos templadas de Dios, dame valor para seguirte y
vida para abrazarte. Quiero caer por tres veces en tus redes soberanas y besar
los pies de tu Hijo postrado en la amarga calzada de un sendero de caldos y
espinas.
Anhelo
despertar cada amanecer tras noches de destemplanzas anclando mi existencia en
el único puerto que me lleva a descubrir la plena felicidad.
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