domingo, 7 de febrero de 2010

UN COFRADE EN EL CIELO DE TRIANA


UN COFRADE EN EL CIELO DE TRIANA

Pasará la Cruz de Guía abriendo el cortejo de la Cofradía de la Estrella, pasarán por parejas los nazarenos, pasarán los guardabrisas que iluminan el rostro de DIOS suplicante, pasarán los rojos claveles, pasará el palio de Nuestra Reina, pasará la candelería -luz para nuestra Luz-, pasarán sus marías encendidas, pasará el azul manto.

Pasarán sueños e ilusiones, pasarán las saetas llovidas desde balcones, pasarán los ciriales y el olor a incienso, pasará la música, pasará Triana por las calles de Sevilla, pasarán las emociones en el Puente, Campana y Baratillo, pasará la noche. Todo pasará por delante de nosotros, como también nosotros pasaremos.

Pero tú, querido José, llegaste a nuestras vidas, como nuestros Amantísimos Titulares, para quedarte y nunca pasarás de largo. Llegaste a nuestra Hermandad como llega la brillante tarde de Domingo de Ramos esa Bendita ESTRELLA que nos ilumina con su luz radiante y como llega nuestro Señor de las Penas que asume con admirable abnegación recibir sobre sus hombros el peso de nuestras culpas.
Tú llegaste, querido hermano, para anclarte en nuestros corazones y para mostrarnos el camino hacia ese Puerto seguro en el inmenso Mar de Cielo con sabor a Cava y que también bautizaron como Triana. En ese CIELO también existe un Domingo de Ramos, una eterna cofradía y sobre todo existe una ESTRELLA que nos guía.

Nuestro querido capillé Diego te esperaba para abrirte esas Puertas que en justicia mereciste abrir por completo.
Que DIOS te bendiga y que nuestra bendita ESTRELLA no se apague nunca para ti.